Para los practicantes de tantra, este aspecto concreto de su sexualidad es algo secundario. De hecho, el sexo es un aspecto menor de esta filosofía nacida en la India alrededor del siglo V, que guarda estrechos vínculos con el taoísmo, el hinduismo, el budismo y prácticas como la meditación y el yoga. Su objetivo en la pareja es trabajar la conexión emocional, física y espiritual.
De hecho, en lo referente al aspecto estrictamente sexual, la finalidad de sus largas sesiones de caricias e intimidad física no es tener muchos orgasmos, sino acumular gran cantidad de energía sexual que, según ellos, vigoriza cuerpo y mente.
Sexualidad tántrica
Religión y sexualidad son dos términos que en tradiciones orientales como el tantra o tantrismo están fuertemente relacionadas. No es de extrañar que mucha gente logre experimentar estados de trascendencia más elevados en su dormitorio que en la iglesia, sinagoga, templo o mezquita. Es así como el sexo es visto como un acto sagrado.
Copular nos permite ir más allá de los límites de nuestro cuerpo físico, fundirnos con otro ser humano y, en ocasiones, incluso sentirnos unidos al universo.
El Tao y la sexualidad
Según el Tao, el cielo y la tierra están en unión sexual constante, equilibrándose y armonizándose mutuamente. Cuando hacemos el amor podemos conectar con esta energía universal y alcanzar la iluminación.
El instructor del Tao Sanador, Stefan Siegrist, explicó: «Gracias a la sexualidad taoísta, uno puede volver a experimentar la armonía perdida (o unidad espiritual) con la naturaleza y el universo de la que suelen hablar la filosofía y la religión».
Pero, como señala Mantak Chia y Douglas Abrams en el libro El Hombre Multiorgásmico, a diferencia de algunas religiones, el taoísmo considera que la sexualidad y la espiritualidad son inseparables. La espiritualidad está «encarnada» y el espíritu impregna el mundo físico, incluyendo nuestros cuerpos. Por ello el sexo se convierte en un acto sagrado.
Según el Tao, cada uno de nosotros posee tres tipos de energías que están superpuestas: el ching-chi o energía sexual que si se cultiva se convierte en chi o energía bioeléctrica, que luego se extiende por todo el cuerpo. Y esta, a su vez, se refina produciendo el shen o energía espiritual. Las tres están interrelacionadas y conectadas con el cuerpo.
La idea con el sexo tántrico es que aprendas a hacer circular y a refinar la energía sexual en compañía de tu pareja.
Dominar esta técnica te ayudará a elevar el orgasmo, transformándolo de una experiencia puramente física a una experiencia espiritual. Esta es la verdadera naturaleza de la unión de almas.