Ceremonia tántrica

Los pasos que constituyen una ceremonia tántrica parten del devenir de un matihuna o unión sexual de ninguna manera son algo fijo, estático o que pueda ser planificado. Tal como reza el Kama Sutra: “Una vez que la Rueda del Amor ha empezado a girar, ya no hay ninguna regla absoluta”.

Como  señala Abraham Vatek en el libro Cómo practicar sexo tántrico, cada pareja, en las distintas ceremonias que ejecute, deberá dejarse guiar por las sensaciones y sentimientos experimentados en cada momento, en ese aquí y ahora único e irrepetible.

Objetivos de un ritual tántrico

La creatividad, la espontaneidad y la sorpresa resultan elementos más que bienvenidos, casi imprescindibles, en un encuentro sexual sagrado, especialmente, si se ponen al servicio de los siguientes objetivos:

  1. Despertar nuevas sensaciones en ambos miembros de la pareja.
  2.  Transmutar la eyaculación masculina en orgasmo espiritual.
  3. Prolongar el placer durante horas.
  4. Llevar a la mujer a un estado de liberación y alegría rebosante.
Ritual tántrico
Ceremonia

Modelo de maithuna

A pesar de que es deseable la creatividad y la espontaneidad, el autor describe un modelo de maithuna que puede ser practicado por cualquier pareja que quiera iniciarse en el mágico y maravilloso mundo del tantra.

Acto tantrico paso a paso

• Una vez que los amantes se encuentren desnudos y a solas, se mirarán a los ojos observando la belleza y la personificación de Shiva y Shakty en ellos. La fusión de miradas les permitirá establecer una íntima y profunda comunicación.

• Acto seguido, sincronizarán su respiración y contemplarán el cuerpo de la pareja sin tocarlo. Se trata de apreciar y admirar detenidamente, sin prisa, todos los encantos del físico que se encuentra enfrente. Esta fase tiene la capacidad de aumentar la sensibilidad erótica en los planos físicos, mental y espiritual.

Luego comenzarán las caricias y los besos, a fin de estimular la pasión e incrementar las ansias.

Cuando este alimentado el deseo, se tomarán de las manos. Durante varios minutos, respirarán de manera lenta y profunda y, luego, repetirán varias veces el mantra OM.

En el momento en el que  deseo y la energía han llegado a un punto verdaderamente alto, comenzarán a hacer el amor, o sea, el hombre penetrará a la mujer.

A partir de ese preciso instante, se tratará de eludir el orgasmo la mayor cantidad de veces para que la experiencia resulte más potente.

Es fundamental visualizar simpre la energía kundalini compartida que asciende desde el primer chakra hacia los superiores.

En el momento del orgasmo, deberá guiarse la kundalini hacia visiones de éxtasis e iluminación espiritual y cósmica.

Al finalizar el ritual, es importante realizar una meditación en pareja para canalizar la energía sobrante. Cuando se practica el encuentro tántrico y se movilizan volúmenes tan importantes de energía, si no se los encauza de manera adecuada pueden tomar malos caminos.

Meditación en pareja

La meditación tántrica en pareja permite desarrollar la sensibilidad y la inteligencia al crear recursos para potenciar el amor. Además, ayuda a mejorar la relación de la pareja y fomenta su verdadero potencial sexual. Se practica desde hace siglos, y en ella son clave el mantra, la meditación y los orgasmos cósmicos.

 

El placer que se obtiene no es un fin en sí mismo. Es el medio para despertar los sentidos y lograr una relajación profunda para abrir la consciencia y expandirla más allá del cuerpo físico.

El tantra como amplificador de la potencia sexual

 

En el libro Tantra – la Sexualidad Sacralizada del Maestro DeRose, se explica que la técnica denominada maithuna tiene la propiedad de aumentar la producción de hormonas y exacerbar la libido. Por lo tanto, predispone al practicante, hombre o mujer, a un estado de alerta biológico para cualquier estímulo sexual.

Eso puede contribuir decisivamente para superar estados de inapetencia, especialmente para aquellas parejas que conviven hace años y cuya llama del deseo parece haberse extinguido. También ayuda a aquellos que tienden a utilizar las relaciones sexuales como una mera necesidad fisiológica, y a quienes  no logran permanecer más tiempo en el acto sexual o durar más en la cama al postergar el orgasmo masculino.

Pero como bien señala el autor, esto no es una terapia de pareja. No promete resultados milagrosos para quien tenga algún problema físico o alguna idiosincrasia emocional. Lo importante es que ayuda a conocer a la pareja, y a explotar todo el potencial que el tantra les ofrece para mejorar la relación.

Yoga y sexualidad

Para los practicantes de tantra, este aspecto concreto de su sexualidad es algo secundario. De hecho, el sexo es un aspecto menor de esta filosofía nacida en la India alrededor del siglo V, que guarda estrechos vínculos con el taoísmo, el hinduismo, el budismo y prácticas como la meditación y el yoga. Su objetivo en la pareja es trabajar la conexión emocional, física y espiritual.

De hecho, en lo referente al aspecto estrictamente sexual, la finalidad de sus largas sesiones de caricias e intimidad física no es tener muchos orgasmos, sino acumular gran cantidad de energía sexual que, según ellos, vigoriza cuerpo y mente.

Sexualidad tántrica

Religión y sexualidad son dos términos que en tradiciones orientales como el tantra o tantrismo están fuertemente relacionadas. No es de extrañar que mucha gente logre experimentar estados de trascendencia más elevados en su dormitorio que en la iglesia, sinagoga, templo o mezquita. Es así como el sexo es visto como un acto sagrado.

Copular nos permite ir más allá de los límites de nuestro cuerpo físico, fundirnos con otro ser humano y, en ocasiones, incluso sentirnos unidos al universo.

El Tao y la sexualidad

Según el Tao, el cielo y la tierra están en unión sexual constante, equilibrándose y armonizándose mutuamente. Cuando hacemos el amor podemos conectar con esta energía universal y alcanzar la iluminación.

El instructor del Tao Sanador, Stefan Siegrist, explicó: «Gracias a la sexualidad taoísta, uno puede volver a experimentar la armonía perdida (o unidad espiritual) con la naturaleza y el universo de la que suelen hablar la filosofía y la religión».

Pero, como señala Mantak Chia y Douglas Abrams en el libro El Hombre Multiorgásmico,  a diferencia de algunas religiones, el taoísmo considera que la sexualidad y la espiritualidad son inseparables. La espiritualidad está «encarnada» y el espíritu impregna el mundo físico, incluyendo nuestros cuerpos. Por ello el sexo se convierte en un acto sagrado.

Según el Tao, cada uno de nosotros posee tres tipos de energías que están superpuestas: el ching-chi o energía sexual que si se cultiva se convierte en chi o energía bioeléctrica, que luego se extiende por todo el cuerpo. Y esta, a su vez, se refina produciendo el shen o energía espiritual. Las tres están interrelacionadas y conectadas con el cuerpo.

La idea con el sexo tántrico es que aprendas a hacer circular y a refinar la energía sexual en compañía de tu pareja.

Dominar esta técnica te ayudará a elevar el orgasmo, transformándolo de una experiencia puramente física a una experiencia espiritual. Esta es la verdadera naturaleza de la unión de almas.