Meditación en pareja

La meditación tántrica en pareja permite desarrollar la sensibilidad y la inteligencia al crear recursos para potenciar el amor. Además, ayuda a mejorar la relación de la pareja y fomenta su verdadero potencial sexual. Se practica desde hace siglos, y en ella son clave el mantra, la meditación y los orgasmos cósmicos.

 

El placer que se obtiene no es un fin en sí mismo. Es el medio para despertar los sentidos y lograr una relajación profunda para abrir la consciencia y expandirla más allá del cuerpo físico.

El tantra como amplificador de la potencia sexual

 

En el libro Tantra – la Sexualidad Sacralizada del Maestro DeRose, se explica que la técnica denominada maithuna tiene la propiedad de aumentar la producción de hormonas y exacerbar la libido. Por lo tanto, predispone al practicante, hombre o mujer, a un estado de alerta biológico para cualquier estímulo sexual.

Eso puede contribuir decisivamente para superar estados de inapetencia, especialmente para aquellas parejas que conviven hace años y cuya llama del deseo parece haberse extinguido. También ayuda a aquellos que tienden a utilizar las relaciones sexuales como una mera necesidad fisiológica, y a quienes  no logran permanecer más tiempo en el acto sexual o durar más en la cama al postergar el orgasmo masculino.

Pero como bien señala el autor, esto no es una terapia de pareja. No promete resultados milagrosos para quien tenga algún problema físico o alguna idiosincrasia emocional. Lo importante es que ayuda a conocer a la pareja, y a explotar todo el potencial que el tantra les ofrece para mejorar la relación.

Yoga y sexualidad

Para los practicantes de tantra, este aspecto concreto de su sexualidad es algo secundario. De hecho, el sexo es un aspecto menor de esta filosofía nacida en la India alrededor del siglo V, que guarda estrechos vínculos con el taoísmo, el hinduismo, el budismo y prácticas como la meditación y el yoga. Su objetivo en la pareja es trabajar la conexión emocional, física y espiritual.

De hecho, en lo referente al aspecto estrictamente sexual, la finalidad de sus largas sesiones de caricias e intimidad física no es tener muchos orgasmos, sino acumular gran cantidad de energía sexual que, según ellos, vigoriza cuerpo y mente.

Sexualidad tántrica

Religión y sexualidad son dos términos que en tradiciones orientales como el tantra o tantrismo están fuertemente relacionadas. No es de extrañar que mucha gente logre experimentar estados de trascendencia más elevados en su dormitorio que en la iglesia, sinagoga, templo o mezquita. Es así como el sexo es visto como un acto sagrado.

Copular nos permite ir más allá de los límites de nuestro cuerpo físico, fundirnos con otro ser humano y, en ocasiones, incluso sentirnos unidos al universo.

El Tao y la sexualidad

Según el Tao, el cielo y la tierra están en unión sexual constante, equilibrándose y armonizándose mutuamente. Cuando hacemos el amor podemos conectar con esta energía universal y alcanzar la iluminación.

El instructor del Tao Sanador, Stefan Siegrist, explicó: «Gracias a la sexualidad taoísta, uno puede volver a experimentar la armonía perdida (o unidad espiritual) con la naturaleza y el universo de la que suelen hablar la filosofía y la religión».

Pero, como señala Mantak Chia y Douglas Abrams en el libro El Hombre Multiorgásmico,  a diferencia de algunas religiones, el taoísmo considera que la sexualidad y la espiritualidad son inseparables. La espiritualidad está «encarnada» y el espíritu impregna el mundo físico, incluyendo nuestros cuerpos. Por ello el sexo se convierte en un acto sagrado.

Según el Tao, cada uno de nosotros posee tres tipos de energías que están superpuestas: el ching-chi o energía sexual que si se cultiva se convierte en chi o energía bioeléctrica, que luego se extiende por todo el cuerpo. Y esta, a su vez, se refina produciendo el shen o energía espiritual. Las tres están interrelacionadas y conectadas con el cuerpo.

La idea con el sexo tántrico es que aprendas a hacer circular y a refinar la energía sexual en compañía de tu pareja.

Dominar esta técnica te ayudará a elevar el orgasmo, transformándolo de una experiencia puramente física a una experiencia espiritual. Esta es la verdadera naturaleza de la unión de almas.

El punto de no retorno

El control eyaculatorio existe. No es algo fácil, pero con un poco de práctica y entrenamiento se puede conseguir.  Las ventajas que esto conlleva son muy grandes. Tendrás encuentros sexuales más largos y placenteros, y podrás complacer a tu pareja dándole tiempo de alcanzar un orgasmo o incluso varios, ¿por qué no?

La idea es que conozcas tu cuerpo y logres detectar el instante en el cual la excitación llega a un punto en el que la eyaculación es inevitable. Es lo que se conoce como el punto de no retorno.

¿Cómo controlar la eyaculación?

Para muchos hombres resulta difícil controlar la eyaculación porque se dejan llevar por los impulsos. Como resultado el acto amoroso dura un instante, lo cual muchas veces puede ser embarazoso.

Si estás interesado en retrasar este momento y prolongar al máximo el placer, existen una serie de técnicas que te ayudarán a controlar tus impulsos a partir de un estado relajado, parecido a la meditación. De esta forma, estarás fluyendo totalmente con la energía, experimentando todo lo que está sucediendo.

Algunos consejos sencillos para comenzar a entrenarte son:

  1. Escucha lo que dice tu cuerpo. Conocerte y saber qué cosas te ponen excesivamente excitado te ayudará a regular el encuentro sexual, déjalas para el final o evítalas.
  2. Conoce las posiciones sexuales que te llevan a la mayor excitación, y ajusta tus movimientos antes de que sea inevitable. Así podrás controlar en qué momento deseas acabar. Puedes usar los besos y las caricias para mantener el ritmo de tu pareja, mientras tu cuerpo se relaja y vuelves a tomar el control. Tal vez te interese leer nuestro artículo sobre caricias tántricas y beso tántrico.
  3. Finalmente, domina tu orgasmo. Tener el control eyaculatorio te permitirá resistir y prolongar el placer a niveles que no imaginas.

Respiración retardante

Dominio de los métodos de «CONTACTO SIN FUGA»

Al igual que todos los demás regímenes taoístas para la salud, el control de la eyaculación exige la coordinación de los Tres Tesoros -esencia (cuerpo), energía (aliento) y espíritu (mente)- en un esfuerzo común hacia un objetivo único.

«El espíritu dirige la energía, la ener­gía controla la esencia», declara el Clásico del Emperador Amarillo. Esto quiere decir que el adepto debe utilizar su mente para controlar el aliento, el aliento para controlar la sangre y la sangre para controlar el semen, porque «cuando la sangre se detiene, el semen se detiene».

La eyaculación va siempre precedida por una rápida aceleración del pulso, aquí  la importancia de mantener la regu­laridad del ritmo cardíaco durante el acto sexual.

Puesto que la respiración controla el pulso, el primer y más impor­tante ejercicio para lograr el control de la eyaculación es la respira­ción abdominal rítmica y profunda, realizada de la misma manera que en los ejercicios respiratorios.

Durante el coito no es necesario aplicar los cerrojos abdominal y de cuello con cada respiración, pero sí conviene aplicar con frecuencia el cerrojo anal. Cada una de las aplicacio­nes del cerrojo anal sirve para evitar el derrame de semen. En el ins­tante en que se deja de prestar atención a la respiración, el corazón se acelerará de inmediato y se estará cada vez más al borde de la emisión.

Naturalmente, hace falta una larga práctica de años, incluso­ para llegar a obtener un completo control voluntario sobre el cuerpo, la respiración y la mente en pleno acto sexual.

Entretanto, se pueden utili­zar algunos trucos que los adeptos de la antigüedad se ingeniaron para ayudar a sus compañeros taoístas a recobrar el control de su semen en el momento en que se nota que está a punto de derramarse durante el coito.

Los más importantes de estos métodos se basan en la retención del aliento y el «bloqueo» de toda la región sacra mediante fuertes contracciones del diafragma urogenital. El médico taoísta Li Tung-hsuan comenta dichos métodos en su obra El misterioso señor de la caverna:

“Cuando el hombre nota que está al borde de la eyaculación, debe siempre contenerse, al menos hasta que la mujer haya llegado al orgasmo. Para ello, debe retirar el Tallo de jade hacia el exterior y hacerlo juguetear entre las Cuerdas de Laúd [el frenillo del clíto­ris] y los Brotes de Trigo [los labios menores]… Debe cerrar los ojos, concentrar la mente, apretar la lengua sobre el paladar, ar­quear la espalda y estirar el cuello. Debe abrir cuanto pueda las ventanas de la nariz, cerrar la boca e inspirar muy profundamente. Si lo hace a tiempo, no eyaculará. En su lugar, el semen retornará y ascenderá naturalmente por sí mismo. De esta forma, el hombre puede regular por completo sus eyaculaciones”.

En la sección titulada «Vida sexual sana» de su obra Recetas precio­sas, Sun Ssu-mo nos propone algunos perfeccionamientos de estos métodos. Así, sugiere abrir mucho los ojos y hacer rechinar los dien­tes, porque se trata de dos métodos taoístas bien experimentados para atraer la energía vital hacia la cabeza y alejarla de los órganos sexua­les, sobre todo cuando se combinan con la respiración profunda.

Otras técnicas para cotrolar la eyaculación

Ade­más de contraer el esfínter anal, también se sugiere el método de presionar un punto vital denominado «Confluencia del Yin» y situado entre el ano y el escroto; la presión en dicho punto tiende a suprimir la eya­culación.

Wu Hsien, el adepto de la época Han, consideraba que el más efi­caz de todos los métodos para controlar la eyaculación era el de «ce­rrar la puerta»: «Si contraes la parte inferior de tus intestinos para bloquear la circulación de la energía por esta región, el semen dejará por sí mismo de moverse».

La contracción a que hace referencia comienza con el mismo cerrojo anal básico que se utiliza en los ejercicios respiratorios, pero extendiéndolo por toda la longitud del perineo hasta abarcar el tracto urogenital completo.

Este método literalmente «bloquea» el paso del semen hacia el exterior. Sin em­bargo, en tanto no se domina perfectamente, puede sustituirse por la presión digital en la «Confluencia del Yin».

Tal como explica el Clásico de la Inmortalidad, «usando los dedos índice y medio de la mano iz­quierda, aprieta sobre el punto situado entre el ano y el escroto. Si esto se hace con la suficiente presión y al mismo tiempo que se rechi­nan los dientes y se respira de forma lenta y profunda, el semen no se perderá».

 

 

Orgasmo y eyaculación

¿Es posible alcanzar un orgasmo sin eyacular? La respuesta es sí.

En Occidente  la creencia es que un hombre no puede separar el orgasmo de la eyaculación. Según el tantra esto no solo es posible, sino que es absolutamente recomendable y enormemente satisfactorio.

La eyaculación, es decir, la emisión del semen, es una función separada del orgasmo. Puede producirse orgasmo sin eyaculación, así como eyaculación sin orgasmo, aunque ambos suelen tener lugar simultáneamente. El orgasmo consiste en el alivio de la tensión sexual, que habitualmente va acompañado de la emisión de semen. Pero también puede producirse lo que se llama “orgasmo seco”, es decir, alivio de la tensión sexual sin la emisión eyaculatoria.

Para el hombre occidental es difícil separar orgasmo de eyaculación porque desde la pubertad ha aprendido a excitarse, estimularse y eyacular, de manera que cuando hace el amor con una mujer se repite ese patrón.

El tantra y el control de la eyaculación

El tantra por el contrario propone tener experiencias orgásmicas sin llegar a eyacular. Cuanto más tiempo dedica el hombre a hacer el amor, más aumenta su energía sexual y más duran los sentimientos de excitación, deseo, hipersensibilidad y placer. Esto es posible mediante un conjunto de técnicas que se centran en evitar la eyaculación precoz y retrasar ese momento eyaculatorio que impediría seguir adelante con la sesión de amor.

Técnicas para controlar la eyaculación

En el texto “Sexo tántrico, el placer del amor lento”, de Mónica Artigas, publicado en Magazine de La Vanguardia, se señala que algunas técnicas son mentales, como por ejemplo el control de la respiración. Ésta se acelera ante la inminencia de un orgasmo. Inhalar y exhalar con calma y profundizar conscientemente este proceso puramente mecánico puede actuar de freno.

También funciona contraer el músculo pubocoxígeo, que es el que cualquier persona puede sentir al intentar parar el fluir de la orina.

Si además, ambos amantes permanecen muy quietos, intentándose unir a través del corazón y los ojos, la energía sexual cambia su rumbo. Esto es lo que realmente importa en el tantra.

Para los iniciados, la meditación o entonar unos sonidos también puede funcionar como freno.

Hay otras técnicas físicas que ayudan a tener este control. Tirar suavemente del escroto hacia abajo y mantenerlo así de diez a treinta segundos es una fórmula, que además puede hacer la mujer, para hacer una pausa. Presionar el perineo, llamado también punto sagrado, a unos siete centímetros de la base del pene, o el frenillo prepucial son también otras de las técnicas utilizadas.

Ventajas del control eyaculatorio

Con el tiempo, los practicantes de tantra aseguran que pueden prolongar el placer y sentir más orgasmos en un encuentro sexual. El truco está en aprender a conocer tu cuerpo, saber detectar cuándo se está llegando al punto del no retorno y  poder detenerse y continuar.

Las técnicas del tantra enseñan a canalizar esa energía vital que se suele desperdicia en cada eyaculación para que por el contrario puedas renovarla y con ello sentirte más activo. Está en ti redireccionar esa energía sexual y sacarle provecho.

Aprende a dar un beso tántrico

En una relación de pareja besarse es una parte muy importante porque con los besos se expresa el amor, el cariño y la pasión que sentimos por nuestro ser amado.

El contacto con los labios puede ser el inicio de un encuentro sexual, es decir, es una de las primeras estimulaciones eróticas, ya que puede provocar desde una erección hasta la secreción de fluidos en la mujer.

En Occidente muchas veces olvidamos que más allá de lo genitales y el acto sexual existen numerosos caminos y fuentes de placer. Un beso no tiene por qué ser un medio para alcanzar algo, puede ser un fin en sí mismo. Esta sería la definición de un beso tántrico, un beso consciente, mucho más profundo de lo habitual, en donde no se tienen prisas porque es fuente de placer en sí mismo y no un medio para llegar al placer genital.

Introducir a nuestras vidas algunos preceptos del tantra nos pueden ayudar a disfrutar de una sexualidad consciente, plena y placentera. Por ello, se utilizan distintas técnicas para prolongar el placer y retardar el orgasmo. El beso tántrico es un paso previo. Este tipo de besos busca liberar energía de los chakras a través de un intercambio entre ambas partes, por eso involucra algunos de nuestros sentidos como el gusto, tacto y olfato, así como emociones y energía.

¿Cómo dar un beso tántrico?

Primero acércate lentamente con los labios cerrados y haz el primer contacto con los de tu pareja. Los labios deben estar blandos y flexibles y la mandíbula y los músculos faciales muy relajados. Deja que tus labios entren en contacto con los de tu pareja de manera suave y acompasada, permitiendo así que los sentidos se activen y la energía fluya entre los dos.

La clave es tener paciencia y sincronizar tu respiración con la de tu pareja. Controla la inhalación y exhalación del aire, para que en el momento clímax del beso ambos estén sincronizados. Relájate y déjate llevar por el momento. Recorre con suavidad los labios; alterna la presión. Introduce lentamente la lengua y acaricia la de tu pareja con una suave succión.

Poco a poco según la pasión se vaya desatando, deja que vuestras lenguas se entrelacen en una armonía perfecta. Nota como te invade la energía y una sensación de bienestar. Siente el momento y disfrútalo al máximo. Si quieres sorprender a tu pareja y saber más, tal vez te interese leer sobre caricias tántricas.

Caricias tántricas

¿Quieres practicar tantra con tu pareja y no sabes por dónde comenzar?

En este artículo te proponemos como preliminares comenzar con una sesión de caricias tántricas o masajes, tomado del libro Cómo practicar sexo tántrico de Abraham Vatek.

Es importante saber que desde la perspectiva tántrica, el contacto corporal, sensual y amoroso es de suma importancia. Los masajes por ejemplo, cumplen una función trascendental. Permiten despertar y desbloquear las sensaciones corporales y la energía trabada en uno o varios puntos del organismo. Al mismo tiempo generan un tipo muy particular de comunicación entre la pareja basada en el servicio y el placer físico, no necesariamente erótico.

Masaje tántrico

El objetivo de los masajes tántricos es relajar y estimular el flujo energético entre los amantes y estimular día a día la capacidad de dar y de disfrutar en el maithuna o unión sexual de una manera más placentera y profunda. Para ello se deben cumplir ciertas normas o requisitos. De nada valdrá una sesión de masajes dada o recibida si la mente está centrada en problemas personales, por ejemplo, temas laborales o económicos.

Vatek señala en su libro que el miembro de la pareja que da el masaje, es decir, el que asume el rol activo deberá:

• Liberar su mente de cualquier pensamiento o deseo que concierna a su propia gratificación sexual.
• Centrarse exclusivamente en el poder terapéutico de sus manos.
• Dejar de lado las preocupaciones. El masaje requiere de un constante “estar aquí y ahora”.
• Dirigir la intención y la atención solamente al servicio de la curación y el placer.
• Tener en cuenta que, cuanto más se relaje interior y físicamente quien da el masaje, mayor será el flujo de energías curativas y armonizadoras que se trasladarán a quien lo recibe.
• Sincronizar la respiración con la de su pareja.

Por otra parte, el miembro de la pareja que recibe el masaje, es decir, el que asume el rol pasivo deberá:

• Disponerse a aceptar y a disfrutar del placer que su pareja le procura, sin pensar que está yendo hacia una meta u objetivo, sobre todo de carácter sexual.
• Descansar la mente y librarse de toda preocupación o pensamiento ajeno al momento.
• Avisar si algún movimiento o estímulo le resulta incómodo o desagradable.

Para conocer más sobre la postura adecuada, el tipo de posiciones de mano y el orden más adecuado te recomendamos leer el artículo Masajes tántricos.

Anatomía del hombre tántrico

Para el tantra es importante que tanto hombres como mujeres conozcan a profundidad su mecanismo sexual. Una manera de ayudar al varón a retrasar la eyaculación es entendiendo cómo es el funcionamiento del aparato sexual masculino.

Aparato sexual masculino

La mayoría de los hombres cuando piensan en su propia sexualidad centran la atención en su pene, ya que es la parte más obvia de su anatomía sexual.

El pene

Este órgano está formado principalmente por tejido esponjoso. No hay huesos ni músculos, por lo que, lamentablemente, no puedes trabajarlo como si fuera un bíceps.

Sin embargo, lo que sí puedes fortalecer es el músculo pubococcígeo que une al pene con el cuerpo. Es conocido también como músculo PC. Consiste en un grupo de importantes músculos pélvicos que se extienden desde el hueso púbico en la parte frontal, hasta el hueso posterior o coxis por detrás. Constituyen la base de la salud sexual y son esenciales para convertirse en un hombre multiorgásmico. Al fortificarlo lograrás erecciones más fuertes, orgasmos más intensos y un mejor control eyaculatorio.

En cuanto al tamaño del pene, a lo largo de la historia, los hombres han hecho muchos intentos de agrandar el símbolo de su masculinidad. Los taoístas incluso tenían un método para ello que explicaremos en otro artículo. Pero la verdad es que más importante que el tamaño de la erección es la fuerza y el empleo que se hace de ella.

Los testículos

La mayoría de los hombres saben que el esperma se produce allí. Cuando el hombre se prepara para eyacular, los testículos son atraídos hacia el cuerpo. Por eso una antigua técnica utilizada para posponer la eyaculación consiste en tirar de ellos para alejarlos de este.

La próstata

Es una glándula que se encuentra en el centro de la pelvis, justo detrás del hueso púbico y encima del perineo. Los ejercicios de kung fu sexual pélvico y los masajes regulares de próstata te ayudarán a mantenerla sana para evitar el cáncer y mantener nuestro bienestar sexual a largo plazo.

El perineo

Otro punto esencial de la sexualidad masculina es el perineo. Los taoístas lo llaman «la puerta entre la vida y la muerte». El papel que puede jugar para prevenir la eyaculación era un secreto muy bien guardado. De hecho este punto era conocido originalmente como el punto «del Millón de Piezas de Oro», porque ese era el precio que supuestamente había que pagar a un maestro taoísta para que enseñara su localización exacta.

Conocer y entender cómo funciona tu cuerpo y el de tu pareja te ayudará a mejorar tu rendimiento sexual y a lograr encuentros más placenteros para ambos.

Te invitamos a leer también el artículo Zonas del placer.

Biología tántrica

¿Sabías que al eyacular derrochas energía vital?

El ciclo vital de los seres vivos se puede resumir en cuatro etapas: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte. Se dice que el periodo de mayor esplendor, exuberancia y fortaleza lo alcanzamos cuando el cuerpo está preparado para la reproducción, es decir, cuando está bien abastecido de hormonas sexuales.

Esto podría explicar por qué las técnicas del maithuna tántrico, tienen un efecto similar sobre sus practicantes. Al incrementar la producción de hormonas y al no eyacular son capaces de aumentar la libido, con todos los beneficios psicofísicos que se derivan de este caudal de energía creativa que es redireccionada cuando el objetivo no es la procreación.

Control de la eyaculación

El mecanismo biológico del tantra consiste en mantener altos los niveles de hormonas sexuales a través de la técnica de producir excitación y contener el orgasmo. Cada vez que eyaculas, tu cuerpo asume que se está preparando para crear una nueva vida, por lo que se libera lo mejor de la energía que tienes en tu interior.

Cuando se tiene control sobre la eyaculación, esa energía no se desvía y el organismo mantiene una disposición constante para el acto sexual. Según el Tao, esa energía podrá ser usada para fortalecer tu cuerpo y tu mente.

 

Como señala Mantak Chia en su libro El hombre multiorgásmico, en muchas especies, una vez que se ha dado esta energía, el cuerpo del animal comienza a deteriorarse. Un ejemplo de ello son los salmones que mueren poco después de depositar sus huevos. De igual forma, las plantas mueren o reducen mucho su actividad después de dar la semilla, y aquellas a las que se impide producir semillas viven más tiempo.

En cualquier caso, aunque nosotros, afortunadamente, no morimos después de eyacular, si sacamos cuentas, el hombre tiene una media de cinco mil eyaculaciones durante su vida, lo que viene siendo alrededor de un trillón de espermatozoides. Por tanto, no es necesario que la mayoría de las veces que hacemos el amor (no para procrear sino por placer) derramemos nuestra semilla y agotemos nuestro cuerpo. Podemos aprovechar esa energía para no sólo mejorar el rendimiento sexual sino ayudar a canalizar esa energía para el desarrollo interior.

 

Tantra y sexualidad del amor consciente

Haciendo el amor como una experiencia espiritual

En el libro Secretos sexuales: La alquimia del éxtasis, los autores Nick Douglas y Penny Slinger citan un antiguo texto chino: “Al retener su semen por medio del dominio en el arte del amor, el emperador concentra poderes adentro. Entonces, en la luna llena, él da su semilla a la Reina del Cielo”. El propósito de un ritual como ese era otorgar poderes mágicos al niño que naciera de él.

Recordemos que este texto se contextualiza en antiguas culturas como Egipto, Arabia, India, Nepal, Tíbet, China y Japón. Allí era común la poligamia, es decir que un hombre tuviera muchas mujeres. Fantasía que a los hombres de occidente les encantaría hacer realidad. Sin embargo, siendo realistas, esto amerita una experticia que no todo hombre está preparado para asumir.

Actualmente, la mayoría de los hombres eyaculan dentro de los primeros quince minutos de haberse involucrado en una relación sexual. Esto resulta un problema en el caso de tener que satisfacer a más de una mujer.

El TAO sexual y el tantra

En los textos taoístas de China, está escrito que todas las noches el emperador debía hacer el amor a nueve consortes de su elección, de manera que a un marido se le respetaba más por satisfacer a su esposa que por cualquier otra cosa.

En estas culturas el poder de un hombre se medía por el número de esposas que pudiera mantener satisfechas, ¿cómo lo hacía? Uniendo la sexualidad con la espiritualidad. Entendiendo el acto sexual como una experiencia cósmica, un intercambio de energías. Los hombres se entrenaban para conocer las artes de hacer el amor, ser apasionados amantes hasta los noventa años de edad y tener hasta veinte consortes, a las que mantener sexualmente satisfechas.

Tú también puedes entrenarte en las artes amatorias, aquí te enseñamos cómo empezar ¿qué esperas?